¿Te estresa el sexo? Puedes ser ansiosexual

Las personas ansiosexuales son aquellas que padecen de estrés o ansiedad en el aspecto sexual, lo que les provoca incapacidad de sentir placer, debido a su constante preocupación.
La psicóloga Melania Figueras, especialista en terapia de parejas dijo que 'las personas que viven el sexo con angustia son aquellas que hacen una lectura de su reacción física como de ansiedad… la excitación también puede interpretarse como ansiedad por algunos'.
Preocupaciones de los ansiosexuales:
Se decepcionará de mí
No llegaré al orgasmo
No sabré darle placer
La especialista señala que las personas altamente sensibles y los fóbicos son los grupos más propensos a ser ansiosexuales, a no utilizar el sexo como relajante sino como todo lo contrario. Asimismo, la especialista refiere que estas personas se ‘autocensuran’ al momento de comunicar sus deseos sexuales, pues piensan que están mal.
La especialista Melania Figueras pidió que las personas que son ansiosexuales busquen momentos libres donde haya momentos de paz.
‘Un ejercicio que les pongo a las personas que sufren de ansiedad, es que deben buscar momentos libres de angustia y hacerlos crecer, aumentarlos, saber que la ansiedad no trabaja las 24 horas del día, que hay pequeños oasis de paz. Si la ansiedad sexual viene porque no sienten lo suficiente y el sexo no proporciona el placer que debería, hay que buscarlo en la autoexploración; y si lo que nos estresa es no pasar el examen con un 7, las diferentes técnicas de relajación ayudan mucho’, indicó.
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La forma de dormir con tu pareja revela su relación

¿Sabías que la forma de dormir con tu pareja revela cómo es la relación que llevan? Seguramente si en el día tuviste algún problema con tu pareja al dormir lo hacen de espalda y si el dia fue romántico lo hacen entrelazados.
De acuerdo con especialistas en cognición y lenguaje, la posición en que las parejas duermen dice mucho del momento por el que pasan.

Pareja que duerme de espaldas: Reflejan que respetan su espacio individual, pero sin perder el contacto. Son dinámicas, manejan su vida de forma independiente pero su relación es estable y saludable. Esta posición refleja confianza entre la pareja sin necesidad de que el uno esté en presencia del otro.

Pareja que duerme de espaldas separada: Esta posición es una alerta de que algo anda mal en la relación. Es una necesidad a mantener distancia y el deseo de tener mayor libertad en la vida de ambos. La falta de contacto entre los cuerpos en direcciones opuestas puede indicar que hubo una fuerte disputa o que uno de los dos busca total independencia.

De frente hacia el otro, sin tocarse: Es signo de querer intimidad y de que existe el deseo de ver a la pareja. Cada uno sabe respetar sus momentos de intimidad, pero tienen una conexión que les impide distanciarse. Por lo general, este tipo de parejas asume más fácil la rutina y los problemas diarios.

Pareja que duerme entrelazada: Esta posición es señal de deseo y de una pasión muy fuerte. Es muy común cuando la relación está empezando y, por lo general, ocurre cuando ambos se quedan dormidos después de tener intimidad. Si duermes con tu pareja de este modo, te conviene saber que estar entrelazados podría revelar el deseo sexual, pero según expertos, es posible que la pareja que acostumbre esta posición sufra de celos.

Pareja durmiendo de cucharita: En este caso, la persona que suele abrazar tiende a guiar y proteger a la otra persona. La pareja se siente cómoda y segura a su lado y es posible que cuando no la abrace mientras duerme se sienta desprotegido. Es una posición que refleja la armonía perfecta entre la pareja. Sin embargo, en ocasiones puede indicar que hay cierta inseguridad en la relación.

Pareja que duerme abrazada: Esta posición refleja compromiso, amor y cariño entre la pareja. En general refleja que las cosas están muy bien y la vida sexual es excelente. Dormir con la cabeza sobre el hombro de la otra persona es un indicio de que la persona se siente bastante segura de su pareja.

El espacioso y la reducida: Esta no es una posición buena para la pareja, ya que la persona que ocupa más en la cama no demuestra afecto por su pareja. Incluso esta posición refleja que la relación pasa por un momento difícil, en la que la persona que ocupa menos espacio sufre baja autoestima e inseguridad, mientras que la que ocupa más aún cree que la relación es exitosa.

Pareja que duerme con los pies entrelazados: Esta posición refleja que ambos se aman, pero hay que prestarle más atención a la relación. Es una combinación entre amor, pasión y diferencias en la relación. El hecho de dormir con los pies entrelazados es símbolo de compromiso con el otro y la complicidad entre pareja.
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Vivir juntos antes del matrimonio beneficia la relación

Juntarse antes del matrimonio puede aumentar hasta un 36% la probabilidad de mantener una relación estable a largo plazo después de casarse, afirma un estudio de la Universidad de Ohio.
Utilizando datos de 2 mil 761 mujeres nacidas en los 60, los investigadores vieron que esa probabilidad de que la convivencia previa contribuya significativamente a una unión de largo plazo aumenta con la edad.
Específicamente, explicaron en el sitio de la universidad, la contribución de la convivencia previa para que las relaciones duren más de 12 años es de 52% entre las mujeres que forman una primera unión a edades de entre 24 y 28 años y aumenta a 78% si se juntan después de los 30 y antes de los 34 años.
Si se tratara de una segunda experiencia de unión libre, para el grupo etáreo más joven, la probabilidad de que esta segunda relación dure al menos 12 años es de 148%, y para el otro grupo etáreo, de 187%.
Aún así, los investigadores aclaran que estos resultados no pueden usarse para predecir si una pareja específica le irá mejor juntándose antes de casarse o no. (Con información de El Universal)
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Cómo funciona un cerebro enamorado

El "amor eterno", pregonado por infinidad de canciones y poemas, se sustenta en razones que van más allá de lo romántico, y se basa en cuestiones neurobiológicas y evolutivas, dijo Rodrigo Pedroza, responsable interino del Laboratorio de Neurociencia de la Universidad Iberoamericana.
En un comunicado, el especialista en ciencias biomédicas explicó que "cuando una persona está enamorada se desencadena una cascada bioquímica impresionante que cambia completamente la percepción y los sentimientos de la persona".
De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2011, detalló, los mexicanos privilegian las relaciones largas: 35.4% de las mujeres de 15 y más años casadas o unidas han tenido relaciones de noviazgo de un año, y 22.4%, de dos años.
El experto de la Ibero estableció que el enamoramiento involucra la producción de "un cóctel" de sustancias en la región del hipotálamo en el cerebro e incluso "se pueden distinguir dos fases en el enamoramiento".
Expuso que en la primera hay una gran liberación de dopamina, neurotransmisor responsable de la sensación de euforia y que se manifiesta a nivel biológico cuando se experimentan sensaciones placenteras.
También se libera cortisol, debido al estrés y ansiedad que experimenta el enamorado, además aumentan los niveles de testosterona en las mujeres, efecto que las desinhibe, y en los hombres disminuyen, lo cual les permite enfocarse en una sola pareja.
En ese sentido, aseguró, el enamoramiento a nivel cerebral se comporta como una droga, "por ejemplo, cuando una persona se mete cocaína se activan los mismos circuitos que cuando una persona está enamorada. Claro, de formas diferentes, entendiendo que la cocaína es un estímulo bioquímico aberrante, pero los mecanismos son los mismos".
En la segunda fase ocurre algo interesante, puntualizó, mientras las otras sustancias disminuyen, hacen su aparición la vasopresina y la oxitocina, que permiten la creación de lazos entre los individuos, y dan la sensación de seguridad, lo que transforma al enamoramiento en amor estable.
"Lo curioso de estas hormonas es que van a mantener elevados sus niveles conforme pasa el tiempo y nosotros seguimos unidos a una pareja determinada", comentó Pedroza.
Asimismo explicó que la vasopresina y la oxitocina interactúan con sistemas dopaminérgicos de placer y recompensa, es decir, van a hacer que las personas mantengan relaciones monógamas con el pasar del tiempo y, si hay una verdadera compatibilidad en la pareja, los niveles de ambas sustancias se mantendrán constantes.
Sin embargo, es posible que una persona ame a su pareja, y pueda "enamorarse" de terceros, al buscar la sensación placentera que la dopamina en la primera fase, aseveró.
A pesar de que no existe una respuesta definitiva en la comunidad científica sobre la naturaleza del ser humano como polígamo o monógamo, según Pedroza, existen pruebas neurobiológicas que justifican la monogamia del ser humano como una herramienta evolutiva.
El amor es un subproducto precisamente de mecanismos que nos permiten aparearnos para mantener la especie, y "parece ser que el amor es un refinamiento cognitivo-evolutivo de aquellos mecanismos que nos permiten buscar a quien creemos que es la mejor pareja para pasar nuestros genes", aseveró. Con información de El Universal.


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Errores que debes evitar antes de dar el 'sí'

1. Escoger con las hormonas
Cuando alguien se "enamora locamente" toma decisiones basándose en lo que siente en ese momento, y no si esa pareja le conviene a largo plazo. Si está a punto de comprometerse con alguien porque siente "algo magnético... una sensación mágica que no puede describir", le están hablando las hormonas y no el cerebro.

2. Escoger a gente necesitada
Cuando atrae a una persona que dice que lo necesita, que no puede ir sola por la vida sin usted. ¡Cuidado! Al final, este tipo de situaciones terminan por agobiar, y buscará a otra persona. Por el contrario, si es el necesitado, porque acaba de sufrir una ruptura, divorcio o separación, es momento de detenerse y vivir un periodo de duelo. Después, decida estar con alguien que quiera estar con usted, y no a alguien que lo necesite.

3. Ser conformista
Cuando una persona se pasa el tiempo intentando evitar confrontar a su pareja para mejorar la relación, está siendo conformista. Es un estado pasivo donde ambas personas permanecen estáticas, sin cambio, sin evolución. Las personas más valientes e inconformistas darán el paso, dejarán esa relación que no les proporciona casi ninguna satisfacción. Sin embargo, habrá otras que se quedarán ahí por temor al cambio.

4. Estar con una pareja a la que cree que podrá cambiar
Intentar cambiar a alguien, es una tarea imposible. Solamente una persona puede cambiar cuando dicho cambio se origina desde su interior y está convencido de que éste será para su bien. Las parejas comúnmente, cometen este error pues esperan que su amado cambie para satisfacer sus deseos. Este tipo de relaciones tiende a fracasar.

Toma en cuenta estos aspectos que se ven fáciles pero a la hora de ejecutarlos te pueden llevar a estar o no en la relación que mereces.
Y recuerda: ¡a sonreír, agradecer y abrazar tu vida!
¡Gracias por existir, compartir y estar!
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