No. El BDSM no es un juego erótico, como mucha gente cree. En realidad son un buen puñado de prácticas que responden a cada una de las siglas que conforman la palabra: B, bondage; D, disciplina y dominación; S, sumisión y sadismo; y M, masoquismo.
“El BDSM es la conjunción de diversas comunidades y la multitud de sus fetichismos, resumidas en esas siglas”, aclara Jordy Ceron, experto en BSDM. “Aunque, en mi opinión no existen los expertos en BDSM, ya que es una comunidad tan rica en experiencias y disciplinas que siempre se está aprendiendo y experimentando. Tan sólo soy alguien más de nuestra comunidad, con experiencia en varias técnicas y disciplinas”, puntualiza.
¿Qué implican estos conceptos?
- El bondage implica inmovilización.
- La disciplina es el conjunto de normas a las que se somete el sumiso.
- La dominación es el rol que adopta el que toma el control.
- La sumisión, el papel del dominado.
- El sadismo es la obtención de placer haciendo daño físico o psicológico.
- El masoquismo es la obtención de placer mediante el dolor propio
Películas como 50 sombras de Grey o, más recientemente, 365 días —que estas últimas semanas está en el top 10 de la plataforma Netflix— han popularizado todos estos juegos sexuales en los que el placer va unido al dolor, a la sensación de dominar al otro, a las emociones de ponerse al servicio de tu pareja…
En este punto, Ceron insiste en que el BSDM no es una práctica sexual ya que “el éxtasis” de estas prácticas es mental y físico, “tanto para el que ejecuta la sesión, el juego, como para el que recibe dicha sesión”. Asegura el experto que va más allá que el sexo convencional, porque “la creatividad es infinita, y hace que nuestros encuentros sean interminables y muy diversos”.
Aún hay quien puede pensar que son juegos perversos, pero quienes los practican saben que son experiencias basadas en el consentimiento y en el respeto. El límite lo marca cada uno y el otro tiene la obligación de respetarlo.
Las cosas han cambiado mucho en los últimos años en lo que a los prejuicios que envuelven a ese mundo se refiere. “Por suerte hay una nueva normalización, provocada por una juventud que irrumpe sin prejuicios en esta comunidad, sabiendo lo que busca y siendo sincera consigo misma y sus gustos. Así que pienso que sí, se va normalizando, y yo ayudo a que así sea”, cuenta Jordy Ceron.
Han sido precisamente las películas antes mencionadas, o las novelas que las precedieron, las que despertaron la curiosidad de algunas mujeres que decidieron dejarse llevar y experimentar otra forma de sexo, en total libertad, jugando con esposas, cuerdas, mordazas, órdenes y castigos.
“En mi experiencia, porque me dedico a organizar eventos y fiestas kinkis (fiestas de sexo atrevido, explosivo y salvaje) y fetish/BDSM patrocinadas por JOYClub, veo que hay proporcionalidad entre hombres y mujeres. Las redes sociales conocidas como oscuras no son determinantes de todos los integrantes de este mundo, puesto que muchos lo viven en privado y no salen reflejados en ningún sitio”, cuenta el experto.
Tomada la decisión de liberarse de los prejuicios y las normas a la hora de disfrutar del sexo, la elección más segura para adentrarse en el BDSM pasa por empezar a conocer gente que comparta estos gustos y esta forma de vida.
Hay algunas redes sociales que son el entorno perfecto para poner en contacto a personas que quieren disfrutar de forma segura del sexo en total libertad. Esta es la carta de presentación de una de ellas, JOYClub, presente en toda Europa. “¿Orientación sexual, aspecto físico, inquietudes sexuales, edad…? Nada de esto importa, siempre y cuando te cuides a ti mismo y a los que participan contigo en el juego”.
“Para iniciarse, primero hay que tener curiosidad o inquietud. Después contactar con alguien experimentado y hablar, hablar mucho, sin prisa, para saber si hay conexión y conocerse para tener confianza. Si ha de ser, fluirá”, recomienda Jordy Ceron. (Con información de THE HUFFPOST)
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