1. Escoger con las hormonas
Cuando alguien se "enamora locamente" toma decisiones basándose en lo que siente en ese momento, y no si esa pareja le conviene a largo plazo. Si está a punto de comprometerse con alguien porque siente "algo magnético... una sensación mágica que no puede describir", le están hablando las hormonas y no el cerebro.
2. Escoger a gente necesitada
Cuando atrae a una persona que dice que lo necesita, que no puede ir sola por la vida sin usted. ¡Cuidado! Al final, este tipo de situaciones terminan por agobiar, y buscará a otra persona. Por el contrario, si es el necesitado, porque acaba de sufrir una ruptura, divorcio o separación, es momento de detenerse y vivir un periodo de duelo. Después, decida estar con alguien que quiera estar con usted, y no a alguien que lo necesite.
3. Ser conformista
Cuando una persona se pasa el tiempo intentando evitar confrontar a su pareja para mejorar la relación, está siendo conformista. Es un estado pasivo donde ambas personas permanecen estáticas, sin cambio, sin evolución. Las personas más valientes e inconformistas darán el paso, dejarán esa relación que no les proporciona casi ninguna satisfacción. Sin embargo, habrá otras que se quedarán ahí por temor al cambio.
4. Estar con una pareja a la que cree que podrá cambiar
Intentar cambiar a alguien, es una tarea imposible. Solamente una persona puede cambiar cuando dicho cambio se origina desde su interior y está convencido de que éste será para su bien. Las parejas comúnmente, cometen este error pues esperan que su amado cambie para satisfacer sus deseos. Este tipo de relaciones tiende a fracasar.
Toma en cuenta estos aspectos que se ven fáciles pero a la hora de ejecutarlos te pueden llevar a estar o no en la relación que mereces.
Y recuerda: ¡a sonreír, agradecer y abrazar tu vida!
¡Gracias por existir, compartir y estar!
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